El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no ha perdido el tiempo, y desde su primer día en su nuevo trabajo ha firmado varias órdenes ejecutivas, deshaciendo muchas partes del legado de su predecesor, Donald J. Trump.
Una breve clase de derecho: las órdenes ejecutivas, también conocidas como órdenes, decretos, ordenamientos, u ordenanzas presidenciales son aquellos poderes que posee el presidente, y son parte de la administración. Teóricamente, solo la rama legislativa puede hacer leyes, pero esta potestad también se encuentra entre las facultades de la cabeza del ejecutivo, por legislación delegada que obtiene él mismo por medio del Congreso. Una de las ventajas que tiene esta potestad, es el hecho que el presidente no necesita ningún tipo de mayoría en ninguna de las cámaras legislativas para aprobar sus ordenes ejecutivas, pero a la vez, esto es una desventaja, porque como se ha visto, se pueden deshacer fácilmente.
Las órdenes que ha firmado se pueden dividir en tres grandes categorías: COVID-19, cambio climático e inmigración. La posición de Biden en estos tres temas es, casi, la opuesta a Trump, deshaciendo así muchas de sus órdenes. A continuación, un resumen.
COVID-19:
- Es obligatorio usar mascarillas en edificios federales y que los trabajadores federales las usen cuando están empleando sus deberes laborales. A pesar de que el presidente no puede obligar a toda la nación a usar mascarilla, es un paso no solo con consecuencias de no seguir la norma, sino que también involucra cierto simbolismo de su importancia para poder mejorar la situación. Su finalidad es mandar un mensaje a la sociedad.
- Biden alargó la iniciativa del Congreso para extender la prórroga de desahucios, es decir, aquellas personas que no pueden pagar renta por el impacto de la pandemia en el mercado laboral, no podrán ser desalojados con tanta facilidad.
- Estados Unidos volvió a sumarse a la Organización Mundial de la Salud, del cual Trump se encargó de que el país saliera el año pasado.
- Lanzó un plan de vacunación a nivel nacional.
Cambio climático:
- Estados Unidos se vuelve a incorporar al Tratado de París. EEUU fue de los mayores impulsores para tomar acción bajo la administración de Obama. Posteriormente, Trump retiró a EEUU del mismo y ahora Biden está restituyendo su posición dentro del Tratado.
Inmigración:
- Acabar con la delincuencia y bajar la tasa de desempleo porque que los inmigrantes ilegales “estaban robando los trabajos de los estadounidenses”, unas de las promesas más famosas de Trump y por las cuales ganó mayormente. Se podría decir que fue unos de los pilares de la campaña de Trump, pues usaba un discurso muy agresivo en contra de los inmigrantes y construyó grandes partes del muro con México.
- La prohibición de viajes desde ciertos países de cultura mayoritariamente musulmana fue levantada; países como Somalia y Yemen. El revocar esta prohibición tiene, como anteriormente comentado, efectos prácticos pues las personas de estos países ya no son discriminados en base de su procedencia; además, tiene un gran carácter simbólico. EEUU está tratando de revocar la política externa de aislamiento que también caracterizó a Trump.
- La construcción de la frontera con México fue detenida, pues una investigación se llevará a cabo para ver la procedencia del dinero que se usó, y para analizar más a fondo los contratos para evitar negocios turbios.
La legitimidad de estas órdenes no ha quedado libre de críticas, tanto de los demócratas como de los republicanos. Además, en su discurso de inauguración, Biden habló de la importancia de la unidad del país. ¿Está Biden desde un comienzo contradiciendo sus palabras con sus acciones, es decir, que a pesar de que dijo que no iba a ser como Trump, está regulando con órdenes presidenciales de la misma forma, en lugar de leyes, materias de suma importancia nacional? O, ¿está deshaciendo el daño que Trump hizo para empezar de cero y poder llegar a aquella meta utópica de la unidad nacional, por lo tanto, justificando sus acciones?