SEGOVIA – Segovia salió a las calles el viernes 20.
Día 266: Setenta y siete.
De acuerdo con la ficha estadística de 2019 del Ministerio de Igualdad del Gobierno de España, en estos 9 meses de 2019, 42 mujeres han sido víctimas mortales por violencia de género “a manos de sus parejas o exparejas”, 1017 desde el 1 de Enero de 2003. Según las estadísticas recogidas por Feminicidio.net, 77 son el número de muertes totales en España este año, dentro del marco de la violencia machista.
Cabe destacar que dicha página web no solo se limita a las cifras dentro del ámbito doméstico, del matrimonio. También se cuentan, entre otros, los homicidios de mujeres prostitutas, que tienen un nombre, un pasado y una identidad. Aunque, a veces desconocidos y no datados en los recuentos oficiales. El blog explica, por ejemplo, cómo en Marzo de 2019 en Castellón: “una mujer transexual [sin identificar] fue hallada muerta con signos de violencia […] en una zona de mujeres prostituidas”.
O asesinatos de menores de edad, como el de Jacob Hendrick, de 10 años, en Santa Cruz de Tenerife. Cuando Jacob intentó defender a su madre, su padre le mató y continuó pegando brutalmente a su madre, relataba el hermano de Jacob, de 5 años (datos corroborados por la Delegación de Gobierno para la Violencia de Género, explica Feminicidio.net). Incluso el asesinato de Pablo Acuña (36 años), que tras perseguir al agresor que intentó apuñalar a su pareja sentimental en plena calle, perdió la vida a manos de este.
Estos acontecimientos, aunque ni desconocidos ni escondidos por la prensa española, no reciben un foco de atención que lleve a la alarma social constante. Cada muerte, se pierde en una lista de cuerpos sin vida, un número más, a veces sin ni si quiera nombre.
Sin embargo, ni las familias, ni los pueblos, ni las ciudades olvidan. Nos lo demuestran así pequeños y grandes gestos: desde los crecientes talleres de concienciación en pueblos, como en las prefiestas de 2019 del pueblo segoviano La Matilla. Hasta a nivel nacional, en días como “la movilización histórica” (El País, 2018) del 8 de marzo de 2018. Han sido ya 9 las víctimas mortales en Septiembre, de acuerdo con Feminicidio.net. Y la última semana, en especial, ha llevado a una situación de Emergencia social, sonada en emisoras, artículos online y en las calles.
El pasado viernes 20 de Septiembre, a la ciudad de Segovia no la detuvo ni la lluvia. Más de 300 manifestantes salieron a la calle ante esta última “Emergencia Feminista” y las campanas Segovianas sonaron por las víctimas (El Norte de Castilla, 2019).
El 16 de la semana pasada, en Pontevedra en Galicia, José Luis Abet (41 años), la expareja de Alba Boquete Jamardo (39), rompía su orden de alejamiento y se presentaba en casa de Alba. Donde la hermana y la madre de esta, Sandra (27) y María Elena (59) se encontraban para llevar a clase a los hijos de Alba (4 y 8 años). José Luis Albet asesinó, delante de los dos niños, a su expareja, su excuñada y su exsuegra y más tarde se entregó a las autoridades. Alba Boquete se convertía en la 41ª asesinada en el registro oficial de violencia machista del Gobierno; en el que no datan ni Sandra ni María Elena.
Solamente un día después, el Martes 17 en Madrid, el compañero (43) de Adaliz Villara (31), ya denunciado anteriormente por malos tratos, la acuchillaba en la calle, delante de sus dos hijas (10 y 8 años). Adaliz sería la cifra oficial 42.
Desgraciadamente, mostrar esta problemática en la esfera pública, aunque es esencial, no detiene las agresiones.
Dos días tras la manifestación de Emergencia que ocupó calles de Segovia y ciudades de toda España. Ika Hoffman (59) era hallada en Mallorca con “al menos cinco heridas en el tórax y el abdomen provocadas por un arma blanca” y fallecía tras los intentos de reanimación de los sanitarios. El hombre (59) con el que Ika convivía, fue encontrado en la calle con “un arma blanca ensangrentada en la mano”. El nombre de Ika se añadía a la lista de cifras no oficiales de víctimas mortales.
También el 22 de Septiembre, en Avilés, Asturias, una mujer sin identificar de 38 años fue encontrada sin vida con “no menos de quince heridas de arma blanca” en un piso prostíbulo. Las autoridades determinan un posible crimen de odio por la condición transexual y/o de prostituta de la víctima (Feminicidio.net). Esta cifra no oficial, ha repercutido en las redes sociales y esta misma tarde a las 20.00, en la plaza del Ayuntamiento de Avilés, se celebrará una concentración en su nombre.
Debemos subrayar, que, en estos datos, solo figuran las agresiones acabadas en homicidio, sin contar con todas las otras formas brutales de violencia que existen sobre la condición del género femenino. Como la salvaje paliza que recibió una joven de 18 años a principios de este mes en Turégano, pueblo segoviano, a manos del agresor de 25 años (Segoviaudaz.es, 2019). Al contrario de lo citado en varios periódicos, fuentes aseguran que la joven consiguió oponer resistencia a la tentativa de violación del ya detenido. Sin embargo, ante la resistencia, el agresor golpeó a la joven con un martillo en el cráneo. Dándose a la fuga, abandonó a la superviviente inconsciente en un estado de alta gravedad, dejando la posterior secuela (física) de una cicatriz de alrededor de 100 puntos.
Ninguna campana debería sonar, ninguna vida debería sufrir semejante tortura en silencio. Hoy en el periódico de la IE The Stork, nuestra cigüeña vuela alto, espera no tener que volver a oír las campanadas de su iglesia ni las de las otras torres. The Stork espera no volver a contar hasta 78, ni en unos días, ni nunca.
Hasta entonces,
Día 266, 23 de Septiembre, 2019: Setenta y siete.
Amanda Matesanz Díez.