Una de las mejores experiencias como estudiante es poder experimentar como será nuestro futuro una vez terminada la carrera. Del 11 al 13 de febrero, junto con 3 compañeras, tuve la oportunidad de representar a la IE en la competición de derecho “Phillip C. Jessup”. Esta competición de derecho público internacional permite a estudiantes de varias universidades practicar lo que han aprendido y presentarlo frente a abogados expertos. Esta tuvo lugar en el bufete de abogados Cuatrecasas en Barcelona, donde tuvimos la oportunidad de conocer y conversar con otros estudiantes y abogados; llevándonos de vuelta a Madrid, un conocimiento incalculable.
Si bien las actividades ofrecidas por la IE suelen brindar grandes oportunidades, competiciones de derecho como esta son una valiosa experiencia para nuestra futura práctica profesional. Durante cuatro meses, el caso presentado para la competición Jessup se convirtió en el centro de nuestra atención, trabajando en profundidad la teoría de derecho bajo la supervisión de Antonios Kouroutakis, profesor de derecho constitucional. Asimismo, tras un riguroso proceso, podemos decir que el presentar en Barcelona nos otorgó una oportunidad de aprendizaje y crecimiento.
Tres días de presentaciones nos proveyó crecimiento académico y personal. En el ámbito académico, recopilamos información sobre temas específicos que nos ayudaron a entender el derecho y su complejidad. No obstante, dado que el tema es sobre actualidad, pudimos explorar otros ámbitos como la política, tecnología y diplomacia. Además, dado que el caso cubría varios terrenos del derecho nos obligó a conectar ideas y conceptos, algo que comúnmente evitamos en las clases teóricas.
En el ámbito personal, presentar frente a profesionales nos ofreció lecciones innumerables, desde cómo tratar a un juez hasta cómo responder una pregunta a la que no tienes respuesta. La oportunidad de presentar frente a un panel de tres expertos actuó como una fuente de presión que permite enfocar toda nuestra energía. Es por eso que después de esta experiencia, las presentaciones de clase se han convertido mucho más fáciles y responder preguntas en clase ha pasado a ser como un momento cualquiera del día. Además de los nuevos conocimientos y herramientas que hemos adquirido, asistir a Jessup ha creado la atmósfera perfecta para hacer nuevos contactos. Al terminar los tres días, intercambiamos mensajes con estudiantes de otras universidades, aprendiendo que fuera de la “corte” no somos contrincantes.
Resulta patoso y repetitivo explicar tal experiencia porque así fue. Tres días llenos de emociones extremas, risas contagiosas, amistades inesperadas y mucho aprendizaje. Para todos aquellos que tengan la oportunidad de participar en algún tipo de competición que permita tocar el mundo real, no la perdáis, es una de las lecciones mas importantes de los años universitarios.